
«Jacob» en hebreo. Jacobo en griego o latín. Era Santiago “el hermano de Juan”, “el hijo de Zebedeo, Santiago, el mayor” judío de Galilea, nacído en la orilla norte del lago. En la cercana ciudad de Cafarnaúm . Con su hermano Juan trabajaba en la pesca con su padre Zebedeo, asociados con otros dos hermanos: Pedro y Andrés.
Cuando Jesús les dijo: “seguidme”, lo dejaron todo. aquello les pareció fascinante, pues Jesus los llama para formar parte de un grupo especial de DOCE para:
1. Ser su grupo de acompañamiento, algo así como sus más estrechos colaboradores “para que estuviéramos con Él” (Mc 3,14). Estar con él. Eso es ser discípulo.
2. Para llevar su mensaje, ser Testigos de lo que vivieron y así ser discípulos
3. Para encarnar y simbolizar el nuevo Pueblo de Dios, como las doce tribus del antiguo Israel y formar una nueva comunidad fraterna, de discípulos, en comunidad.
Santiago junto con Pedro y juan, fueron testigos excepcionales de los momentos más importantes de Jesús. Entre otros: la resurrección de la niña Tabita (Gacela). Allí quedó patente el PODER de Jesús sobre la muerte, y que su REINO era un reino de vida.
El destello de su divinidad en el monte Tabor. Su GLORIA, en la Transfiguración: manifestando que era realmente DIOS, a pesar de su humilde aspecto.
También fueron testigos de su angustia ante la muerte, en el Huerto de los Olivos, profundamente HUMANO.
Los tres momentos juntos revelan el misterio de Jesús en su totalidad.
A Juan y a Santiago se les conoce como: los “HIJOS DEL TRUENO” He aquí tres situaciones en las que su ímpetu fue exagerado:
El exorcista desconocido (Mc 9,38-40). Increparon duramente a un desconocido, que expulsaba demonios, sin ser de los discípulos y Jesus los reprendió
El rechazo samaritano (Lc 9,52-56). Otro día pidieron fuego del cielo para acabar con una aldea samaritana que no les había recibido. Una vez más Jesus les reprendió.
El Evangelio que hoy leemos La petición de los primeros puestos (Mc 10, 35-41). Aquí la reprimenda no solo fue de Jesus sino de todos los demás.
Pero a pesar de ese ímpetu, cuando Jesús fue prendido en el huerto, lo dejaron completamente solo; refugiándose en el Cenáculo, cerrando las puertas a cal y canto. Pero enseñados por Jesús, aprendieron a reconocer y aceptar la propia fragilidad, debilidad, e imperfección. ¡Todo esto fue fundamental a la hora de construir la comunidad cristiana…!
Pero tras pentecostés se lanzaron a anunciar por todas partes la Buena Noticia de la Resurrección.
Herodes Agripa I, queriendo contentar a los judíos, molestos con el éxito de su predicación, decidió dar un escarmiento a la comunidad cristiana …y en los años 41-44, decapitó a Santiago. Pero como Jesús, también resucitó. Y al igual que Jesús sigue vivo alentando nuestra vida y nuestro peregrinar por este mundo
… En SANTIAGO de COMPOSTELA nos recuerda que ser persona y ser discípulo significa siempre caminar. Porque Jesús quiso ser EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
Fuentes: ciudadredonda.org | Contemplar y proclamar
Imagen: aciprensa.com
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