P. Alojzy Maciej Poprawa

Eremita Camaldulense de Montecorona.

El Padre Alojzy Poprawa nació el 3 marzo de 1893 en Kaszów cerca de Cracovia. Sus padres fueron Józef Poprawa y Rozalia Skucińska. En el bautizo recibió el nombre de Maciej (Martín). Sus padrinos fueron Paweł Pruczek i Anna Skucińska. Pasó su infancia y su adolescencia en el pueblo natal. Frecuentó la escuela popular de Jan Kanty, en Cracovia, y después estudió el  bachillerato en San Jacinto, Cracovia, que terminó en 1912.

Durante sus estudios en Cracovia podía contar con la ayuda y la hospitalidad del sacerdote Teofil Jarynkiewicz que dio testimonio de la conducta irreprochable en este tiempo en cuanto a la moral y costumbres de Maciej Poprawa. Una vez terminado el bachillerato ingresó el 19 de agosto de 1912 en la Congregación de Eremitas Camaldulenses de Montecorona en el Yermo de Monte Argentino, en Bielany (Polonia).

Hizo la profesión solemne el 12 de mayo de 1918 y el 9 de junio del mismo año recibió la ordenación sacerdotal. Un año más tarde fue destinado a profundizar los estudios teológicos en Roma. En los años 1919-1921 estudió en el Colegio de San Anselmo de los PP. Benedictinos. Después de los estudios, en los 1922-1928 pasó al Yermo de Monte de Rua, cerca de Padua (Italia), donde se dedicó a los estudios de espiritualidad y a la historia de la comunidad camaldulense. Como fruto de estos estudios históricos preparó la vida de san Romualdo que se publicó también en polaco. Tras su regreso a Polonia fue  nombrado maestro de novicios en el Yermo de Monte Argentino, cargo que ocupó hasta el año 1930. Después fue nombrado prior, hasta el Capítulo General de la Congregación en 1933. Cumplió diligentemente en todos sus cargos, cuidaba del progreso espiritual primero de sus novicios y después de la comunidad camaldulense de Bielany.

En 1933 el Capítulo General nombró al Padre Alojzy Visitador de los yermos de la Congregación. Cuatro años más tarde el Capítulo General decidió abrir una nueva fundación en Polonia, en Bieniszewo, cerca de Konin: el Yermo de los Cinco Mártires. El Padre Alojzy fue  nombrado prior del nuevo yermo. Su predicación en la fiesta de Cristo Rey, pocos meses antes de ser arrestado, es considerada un precioso testamento espiritual: “No nos desanimemos como los apóstoles después de la muerte de Jesucristo. Creemos firmemente que Cristo resucitó y vive – como creyeron los mismos apóstoles – cuando lo vieron con sus propios ojos. Su fe la confirmaron con su propia sangre, y después de ellos millones de mártires hasta nuestros días. No tengas miedo, pequeño rebaño de Cristo, pues quiere daros el Reino celeste. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, sino al que mata el cuerpo y el alma para siempre… Solamente Cristo es el Rey y debería ser nuestro Señor, Señor de la vida y de la muerte, Dios y Rey nuestro.  Unidos a Él, cuando entre en nuestros corazones en la Comunión santa, démosle gracias por habernos contado entre sus aliados, más – por habernos hecho sus amigos más cercanos a los que reveló los secretos de su Divino Corazón. Hoy, cuando muchos al ver la tragedia del mundo empiezan a perder la fe y la esperanza, nosotros, sus amigos más fieles, siervos y súbditos le declaramos nuestra fidelidad hasta la muerte, nuestra gratitud sin límites y nuestro amor para siempre”.

Arrestado por la Gestapo el 26 de agosto de 1940 estuvo primero en la cárcel  en Wrocławek, después fue trasladado, el 29 de agosto de 1940, al campo de concentración de Sachsenhausen. El día 14 de diciembre de 1940 lo llevaron al campo de concentración de Dachau donde recibió el número 22577. Según los testimonios de los sacerdotes del campo el Padre Alojz, en estas difíciles circunstancias, mantenía la calma, no tenía miedo,  confesaba, animaba y rezaba por los prisioneros. El sacerdote E. Trybyszewski  recuerda así al Padre Alojz: “nos impactaba, tenía un espíritu bien formado, profundamente religioso, tenía un carácter bello. Era un hombre tranquilo, silencioso, tenía todas las dotes de un religioso, ha sido un santo sacerdote”.

En el campo el Padre Alojzy trabajó duramente durante tres meses llevando, como si fuese  un caballo, una pesada máquina de sembrar en las llamadas “Plantaciones”. Agotado e hinchado de hambre podía moverse con grandes dificultades. Lo asignaron entonces al llamado “Transportkomando” cuyo capo fue el terrible Rogler. Éste le pegó tan fuerte durante el trabajo que a duras penas y con la ayuda de los compañeros regresó al campo. Se presentó en el pequeño hospital pero no lo recibieron hasta por la tarde.  Al no ir a trabajar por no poder moverse con sus propias fuerzas, Zier, el jefe de bloque, le pegó hasta que el Padre Alojzy perdió el conocimiento. Lo dejó medio muerto burlándose de él y diciendo que le iba a facilitar la muerte (Himmelhaft).  Murió de agotamiento y después de recibir una inyección en Dachau en vísperas de la Asunción de la Virgen María, el 14 de agosto de 1942.

Oración por la beatificación del Siervo de Dios Alojzy  Maciej Poprawa, EC.

Padre celestial, Dios todopoderoso y misericordioso, tú nos has amado hasta el extremo en tu Hijo Jesucristo. Te damos gracias por el testimonio de amor que ha mostrado en su vida y en su muerte de mártir el Siervo de Dios de la Congregación de Eremitas Camaldulenses de Montecorona: el Padre Alojzy Maciej Poprawa.

Creemos que, configurado a imagen de su Divino Maestro, murió para confirmar su fe. Haz que podamos venerarlo conforme se merecen los bienaventurados y a mí, por medio de su intercesión, concédeme el favor…… que te pido con humildad y esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor.

Yermo  Camaldulense

P. Cherubin Kozik – Mártir Camaldulense