Juan de Fiésole, Beato
18 de febrero
Martirologio Romano: En Roma, beato Juan de Fiésole, apodado “Angélico”, presbítero de la Orden de Predicadores, que, siguiendo de cerca a Cristo, lo que contemplaba interiormente lo expresaba en sus pinturas, para atraer a los hombres a los bienes eternos (1455).
Fecha de beatificación: 3 de octubre de 1982 por el Papa Juan Pablo II.
Breve Biografía
Nacio con el nombre de Guido de Pietro da Mugello en Vicchio de Mugello (Florencia) cerca del año 1390 y murió en Roma el 18 de marzo de 1455). Pintor italiano de principios del Renacimiento que supo combinar la vida de fraile dominico con la de pintor consumado. Fue llamado Angelico y también Beato por su temática religiosa, la serenidad de sus obras y porque era un hombre de extraordinaria devoción. Fue finalmente beatificado por Juan Pablo II en 1982 pasando a ser el «Beato Fray Angelico».
En 1418 ingresó en un convento dominico en Fiesole y alrededor de 1425 se convirtió en fraile de la orden con el nombre de Juan da Fiesole. Aunque se desconoce quién fue su maestro, se cree que comenzó su carrera artística como iluminador de misales y otros libros religiosos. Después empezó a pintar retablos y tablas.
Entre las obras importantes de sus comienzos se cuentan la Madonna de la estrella (c. 1428-1433, San Marcos, Florencia) y Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles (National Gallery, Londres), donde aparecen pintadas más de 250 figuras diferentes. También a ese periodo pertenecen dos obras tituladas La coronación de la Virgen (San Marcos y Museo del Louvre, París) y El juicio universal (San Marcos). La madurez de su estilo se aprecia por primera vez en la Madonna dei Linaioli (1433, San Marcos), en donde pinta una serie de doce ángeles tocando instrumentos musicales.
En 1436, los dominicos de Fiesole se trasladaron al convento de San Marcos de Florencia que acababa de ser reconstruido por Michelozzo. Fray Angelico, sirviéndose a veces de ayudantes, pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La crucifixión, Cristo peregrino y La transfiguración. El retablo que hizo para San Marcos (c. 1439) es una de las primeras representaciones de lo que se conoce como conversación sacra: la Virgen acompañada de ángeles y santos que parecen compartir un espacio común. Allí pintó una Anunciación.
En 1445, Fray Angelico fue llamado a Roma por el papa Eugenio IV para pintar unos frescos en la capilla del Sacramento del Vaticano, hoy desaparecida. En 1447, pintó los frescos de la catedral de Orvieto junto con su discípulo Benozzo Gozzoli.
Sus últimas obras importantes, los frescos realizados en el Vaticano para decorar la capilla del papa Nicolás V, representan episodios de las Vidas de san Lorenzo y de san Esteban (1447-1449), y probablemente hayan sido pintados por ayudantes a partir de diseños del maestro. Desde 1449 hasta 1452, Fray Angelico fue el prior de su convento de Fiesole.
Murió en el convento dominico de Roma el 18 de marzo de 1455.
Su obra
Casi nada se sabe de su formación pictórica, aunque en su estilo se aprecia una transición entre elementos temáticos de tipo trecentista o gótico (fondos dorados, alargamiento de las figuras, gusto por el trazado de líneas curvas en los ropajes) y aspectos innovadores más característicos del arte del Quattrocento: sentido del volumen, intentos de profundización en perspectiva y, sobre todo, luminosidad de la atmósfera, elemento este último de poderosa presencia en la obra del maestro. Es probable que su iniciación artística se realizara de la mano del monje camaldulense Lorenzo Monaco.
En las tablas realizadas entre 1420 y 1436 para el convento de San Marcos de Florencia (Adoración de los magos, El beso de Judas) se aprecia una progresiva madurez artística, que alcanza su mejor nivel en La Anunciación y en las dos versiones de La coronación de la Virgen. En el Retablo del Juicio Final, que constituye la culminación de esta serie de composiciones, se aprecia un detenido estudio de la perspectiva y un intenso contraste entre la intensidad expresiva de la felicidad de los elegidos y la representación convencional y fría de los castigos infernales.
En 1436, Fra Angélico inició la serie de pinturas murales del ya citado convento de San Marcos, donde su arte adquiere un mayor sentido del volumen, quizá por influencia de Masaccio. Destacan en estos frescos, entre otras, las escenas de La anunciación, San Pedro mártir, La Virgen con el Niño y ocho santos, La coronación de la Virgen y Cristo peregrino. Su evolución estilística se observa también en los frescos de la capilla Nicolina del Vaticano.
Fra Angélico, que nunca abandonó su trabajo artístico, fue prior del convento dominico de Fiésole entre 1450 y 1452. El artista murió el 18 de febrero de 1455 en el Vaticano, cuando se disponía a decorar las paredes de una capilla hoy desaparecida. Aunque no tuvo discípulos directos, su aportación al desarrollo de la pintura renacentista fue considerable.
En el Museo del Prado de Madrid se conserva una de sus obras más representativas: La Anunciación (1430-1432), realizada para el convento dominico de Fiesole. El Museo Thyssen-Bornemisza posee La Virgen de la humildad, depositada en el MNAC de Barcelona. Los duques de Alba poseen en el Palacio de Liria otra obra de Fray Angelico, La Virgen de la granada, adquirida por un antepasado suyo en Florencia hacia 1816.

En el año 2000 fue nombrado patrono de los artistas.
Fuentes: biografiasyvidas.com | catholic.net
Imágenes: thinglink.com | revistadearte.com
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